El gusto por correr

Pues como ya les mencioné comencé a correr con mi familia por las mañanas, ya antes habia probado los beneficios de hacer este bello deporte en el que el único contrincante eres tú mismo, bueno, eso es al principio, prefieres ignorar a toda la bola de viejitos que te rebasan con la mayor facilidad mientras que tú,  que estás en la flor de la juventud,  vienes con la lengua de fuera.

Lo más difícil de correr por las mañanas es levantarte. Yo quiero seguir durmiendo en mi tan acogedora camita, pero últimamente se ha vuelto más sencillo... les contaré porqué:

Él lugar donde corremos es un triangulotote de casi 5 km, generalmente todos van en dirección de las agujas del reloj como nosotros; y sólo unos cuantos van al revés. Pues de esos que van al revés, un día vi a un joven pelón que venía a paso veloz. Yo pensé: "pero qué pelón! y tan joven!" (es de esos que les brilla el coco). Se fue acercando y cual es mi sorpresa que cuando le vi la cara pensé: "Jesús de los guapos! qué guapo! y tan pelón!". Yo creo que me quedé estupefacta que cuando pasó me miró (claro, me quedé más estupefacta).

Desde entonces lo encuentro diario, siempre me mira, algunas veces más y otras menos, una vez mi papá iba detrás de mi entonces sólo me vió un minisegundo y bajó la mirada. Pero hoy... aaaah! yo me quedé solita porque mi mamá se adelantó un buen con mi hermano y mi papá se atrasó. Pasó dos veces y las 2 veces se me quedó viendo (claro que en la segunda vez yo ya iba con la lengua de fuera, cero glamour...) entonces creo que la próxima vez (mañana) le diré un "hola, he notado que has notado que te miro" aaahh! no, sólo hola, a ver si no me dice: "deja de acosarme!"

Conclusión: Correr trae más beneficios de los que esperaba :D

Vamos a correr?